El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario.
Existen dos tipos principales: el carcinoma ductal, que comienza en los
conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma
lobulillar que comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que
producen la leche materna.
Esta
enfermedad, definida a grandes rasgos en un pequeño párrafo, es el
tumor más frecuente en las mujeres occidentales, diagnosticándose, solo
en España, 22.000 casos al año según la AECC
( Asociación española contra el cáncer), lo que represenata el 30% de
todos los tumores del sexo femenino. Esta cifra se extiende a 370.000
casos al año en Europa (27,4% del total de tumores encontrados en
mujeres) y 230.000 en Norteamérica (31,3% del total de tumores
encontrados en mujeres).
Uno
de los mecanismos más potentes para su prevención, es el diagnóstico
precoz. Las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se
detectan en su etapa inicial (in situ) son prácticamente del 100%.
Gracias a la realización de campañas de diagnóstico precoz, la
mortalidad ha disminuido de una forma significativa, al menos cuando se
realiza en la edad de mayor incidencia (por encima de los 50 años),
según cifras de la AECC.
La
prueba diagnóstica más eficaz para detectar este tipo de cáncer, es la
mamografía, técnica que consiste en una radiografía de las mamas capaz
de detectar lesiones en estadios muy incipientes de la enfermedad,
permitiendo detectar lesiones en la mama hasta dos años antes de que
sean palpables , logrando así, en la mayoría de casos, evitar la
metástasis.
Si
se detecta una imagen sospechosa de malignidad en la mamografía (
masas), el médico solicitará más pruebas para conocer la naturaleza de
la lesión. Las pruebas más comunes son la ecografía, la punción de las
mismas (PAAF) o la biopsia. En el caso de mamas densas también se
realiza una resonancia nuclear magnética (RNM).
Los
diagnósticos precoces, permiten atajar el cancer en estadios tempranos,
siempre y cuando se realicen revisiones periódicas con cierta
frecuencia, pero hay algo que ninguna de estas técnicas puede predecir:
si hay o no metástasis. Normalmente hasta que el cirujano no interviene
para extirpar el tumor, y se analiza, no se sabe si el tejido aledaño al
mismo esta invadido o no.
Recientemente, científicos españoles del IDIBELL (Instituto de investigación biomédica de Bellvitge) y el ICFO
(Instituto de ciencias fotónicas), han desarrollado una metodología que
permite detectar si hay metástasis o no a partir de una muestra de
tejido, la misma muestra que se utiliza para realizar una biopsia,
prediciendo la posibilidad de desarrollarla.
Una prueba fotónica, espectroscopía de Raman,
de las células tumorales de la mama, permitirá saber si hay mucho o
poco riesgo de que este tumor migre o no a otras partes del cuerpo.
Este estudio ha sido publicado recientemente en la revista Plos ONE,
en el cual exponen el desarrollo de una serie de métodos que permiten
predecir el riesgo de metástasis mediante métodos computacionales a
partir de resultados experimentales, obtenidos utilizando la citada
espectroscopía, sobre muestras de células mamarias. El análisis se basa
en la caracterización del componente lipídico de las células, indicativo
de su malignidad. Este fenómeno ha permitido desarrollar un
clasificador para discriminar las células con capacidad metastásica.
Mediante
el estudio citológico de las células tumorales se encontró una
correlación entre la activación de la lipogénesis y la cantidad de
lípidos saturados en las células metastásicas. Posteriormente, los
investigadores analizaron los componentes principales y, parcialmente,
los menos discriminantes para evaluar el perfil de la composición
lipídica de las células del cáncer de mama, generando un modelo de
clasificación que diferencia entre la composición de las células
metastásicas y las no metastásicas, según indican desde el propio Idibell.
De
este estudio, se desprende que el contenido de lípidos de las células
cancerígenas podría ser una medida útil para determinar la progresión
del cáncer de mama.
Según declaraciones de la coordinadora del estudio Angels Sierra recogidas por la agencia efe,
“Hemos determinado el algoritmo que permite utilizar esta técnica
fotónica para conocer el contenido lipídico de estas células. Ahora
tenemos un método de clasificación de estas células tumorales y podremos
pasar a una investigación clínica estudiando muestras de biopsias del
hospital y valorar la técnica en el uso clínico”. También declaró,
"El algoritmo para discriminar la capacidad metastàsica es un primer
paso hacia la estratificación de las células de cáncer de mama
utilizando esta herramienta rápida y sin ningún reactivo".
Los
resultados de este proceso sientan las bases para introducir esta
técnica en el diagnóstico citológico precoz rutinario, como lo son las
biopsias, y en un futuro podría hacerse extensivo al diagnóstico de
otros tumores, según los propios investigadores.
Evidentemente
aún quedan muchas más pruebas que refuten las conclusiones que se
desprenden de este estudio, pero sea como fuere, este tipo de avances
deben permitir mantener la fe en la ciencia y en la investigación, y no
considerarla una pérdida de recursos económicos, en contrapunto a lo que
se desprende de las políticas de actuación en esta materia por parte de
los gobiernos de este país, con continuos recortes a los presupuestos
de los cuales se nutre la ciencia y sin los cuales su futuro es cuanto
menos complicado.
http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0046456Etiquetes de comentaris: Biologia cel·lular, Bioquímica, Biotecnología y Salud, Genètica, Mecanisme molecular