El
sentido del olfato, junto con el sentido del gusto, son los dos sentidos
“químicos” de los que disponemos. Es decir, que nos permiten identificar
diferentes moléculas. Su sentido biológico viene de la relación entre un olor
agradable o desagradable con algo positivo o negativo, respectivamente. Por
cierto, ¿sabes cómo se denomina la pérdida del sentido del olfato?
En este artículo no vamos a ahondar más en el
funcionamiento de este sentido a nivel bioquímico, sino que vamos a ver la relación entre algunas
enfermedades y el olor que generan. Muchas enfermedades causan algún trastorno
en el metabolismo, en el sistema endocrino o en la flora microbiana y conllevan un cambio en el olor que desprendemos, es decir, un patrón químico característico.
Pasando por alto casos evidentes como la
halitosis, algunas
enfermedades causan un olor característico que puede llevar a un diagnóstico.
Síndrome de olor a pescado
La trimetilaminuria
o síndrome de olor a pescado es una enfermedad muy rara causada por una
mutación en el gen que codifica la
enzima
flavinmonoxigenasa 3.
Esta mutación es recesiva y, por lo tanto, un individuo debe recibir el gen
mutado tanto de su padre como de su madre para padecer el síndrome.
Los afectados carecen de
la enzima y no pueden transformar la trimetilamina
(generada por la digestión bacteriana
de algunos alimentos) en N-óxido de
trimetilamina, por lo que la primera molécula se acumula en el cuerpo y se
secreta vía sudor, orina y aliento, generando un olor parecido al de pescado
podrido. Aún así, los afectados no padecen ningún otro síntoma (aparte del
trastorno psicológico resultante).
De momento poco se puede
hacer para tratar la enfermedad, salvo cambiar la dieta para disminuir la
trimetilamina. Pero tal vez en el futuro se podría aplicar terapia génica o incluso microorganismos
modificados genéticamente para aplicar la enzima en el tubo digestivo.
Enfermedad del jarabe de arce
La
enfermedad del jarabe de arce es
otra enfermedad hereditaria caracterizada por una presencia anormalmente alta
de leucina, isoleucina i valina en fluidos corporales. La acumulación de estos aminoácidos,
los de cadena ramificada, se debe a una deficiencia del complejo multienzimático
BCKDC (
branched-chain
alpha-keto acid dehydrogenase complex). Los enfermos se caracterizan por un olor parecido al del jarabe de arce.
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Jarabe de arce |
Los afectados pueden padecer daños
cerebrales si no reciben tratamiento, que se basa en reducir la ingesta de
alimentos con estos alimentos.
Diabetes
La diabetes mellitus recibe este nombre del griego
orina dulce. Esto se debe a que lo diabéticos
no tratados eliminan gran cantidad de glucosa por la orina. ¿Qué el dulzor se detecta
por el gusto y no por el olfato? Pues sí…
Pero
la falta de tratamiento de la diabetes puede llevar a diversas complicaciones,
una de ellas es la cetoacidosis
diabética, caracterizada por aliento con olor a frutas
ácidas (causado por cetona en el
aliento).
Cáncer
Todos
sabemos que los perros tienen un sentido del olfato mucho más desarrollado que
nosotros, pero lo que no sabíamos es que podría utilizarse para detectar cáncer. Un grupo de
investigadores japoneses han logrado que un perro adiestrado (llamémosle Pluto) detectase muestras de pacientes
de cáncer colorrectal con una
precisión entre 95 y 98%.
Pluto podía distinguir la muestra
del enfermo de cuatro muestras de pacientes sanos, de alguna manera detectaba que había algún compuesto volátil
diferente. Es decir, los investigadores no solo había entrenado muy bien a Pluto sino que también han demostrado
que el cáncer también se puede diagnosticar por el olor. Cabe decir que hay
resultados parecidos con el cáncer de
pulmón.
Son
resultados muy prometedores y puede que estos avances lleven a una nueva
tecnología con la que se pueda detectar
diferentes tipos de cáncer de manera precoz, económica y eficaz.
Infecciones
Las personas que trabajan
en ambientes hospitalarios, acostumbrados a tratar a pacientes de ciertas
infecciones pueden caracterizar el olor de algunas infecciones. Por ejemplo, la
difteria tiene un olor dulce, los pacientes de fiebre tifoidea huelen parecido
a pan recién horneado y los pacientes de un tipo de tuberculosis pueden
desprender un olor parecido al de la cerveza (además, personalmente añadiría que
el olor del Vicks VapoRub me recuerda al resfriado).
Finalmente…
Acabaremos el artículo con el cáncer cerebral. A diferencia de todos los casos anteriores no
está relacionado con desprender ningún olor, sino que los afectados a veces
huelen olores que realmente no está presente (también llamados olores fantasma). Esto se debe a un
trastorno en la parte del cerebro donde se procesan los olores: el sistema olfativo.
¡Así que si os notáis un olor extraño aún teniendo una
buena higiene es una buena idea visitar al médico!
PD: La carencia de olfato se llama
anosmia.
Referencias de interés:
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